Una de las principales áreas del mundo KNX es el control de la iluminación, y ahora que la iluminación LED está omnipresente en la gran mayoría de hogares, Simon Buddle analiza dónde deben colocarse los controladores y qué tipos de controladores deberíamos utilizar.
La iluminación es fundamental en todos los hogares: todos la tenemos y la utilizamos a diario, pero ya no es tan sencillo como antes. Por ejemplo, ahora tengo un conjunto de luces que puedo encender con un interruptor convencional, controlar con mi teléfono o simplemente hablar con ellas.
La lámpara incandescente, inventada por Thomas Edison en 1879, ha tenido una trayectoria espectacular. El dispositivo era muy sencillo; al aplicar voltaje en un cable resistivo, éste brilla, emitiendo luz (y calor). ¿Sabía que la típica lámpara incandescente es ineficiente en un 95 %? Así es, solo el 5 % de la energía se emite como luz, el resto es calor. ¿Se imagina tener que invertir en un nuevo producto hoy en día que tuviera esos números? De todos modos, sin ningún género de duda, nos ha servido durante más de 100 años. Ahora, sin embargo, nos encontramos inmersos en plena era del LED.
El LED es más eficiente, y se puede encontrar en una gran variedad de formas y tamaños, así como en cualquier color que pueda imaginar. Las luces LED que cambian de color aportan ambientes e iluminación de realce que añaden carácter y dinamismo a las habitaciones y los espacios. Pero la tecnología LED implica también un aumento significativo de los conocimientos técnicos que se necesitan para lograr un resultado satisfactorio para el cliente.
Controladores y ubicaciones
La idea generalizada es que el controlador de cada luz se sitúe en la luminaria y que el cableado de la red eléctrica discurra por el techo hasta cada controlador. Hay muchas razones por las que este enfoque es el correcto: una de ellas es que usted sabe dónde se encuentran los controladores y se asegura de que cada controlador se encarga de una única lámpara. Pero ahora que las luminarias más pequeñas, incluidas las cintas LED, se están convirtiendo en algo habitual, ¿ha llegado el momento de replantearse la ubicación de los controladores? Situar los controladores apartados de las luminarias tiene algunas ventajas y desventajas.
Ventajas
Desde el punto de vista del mantenimiento (suponiendo que se elija una ubicación adecuada), tener fácil acceso a los controladores para su sustitución supone una gran ventaja. Además, otra gran ventaja es que se puede gestionar la disipación del calor mejor que en un hueco en el techo que esté completamente lleno de aislamiento. El cableado físico de los controladores también es bastante más fácil para los electricistas. Otro elemento que no debe pasarse por alto es la posibilidad de especificar controladores más grandes para hacer funcionar varias luces, lo que suele tener ventajas económicas y de ahorro de tiempo en la instalación.
Distancia y tamaño de los cables
Hay que buscar y concretar un lugar que sea lo suficientemente espacioso como para acomodar los controladores y que cuente con un fácil acceso para hacer las tareas de mantenimiento. Esto no suele ser tarea fácil en situaciones donde los arquitectos y los clientes se pelean por cada centímetro. A medida que agrupamos controladores, la ventilación se vuelve cada vez más crítica, pero probablemente la mayor preocupación sea el tamaño del cable que va del controlador a la luminaria. A menor voltaje, mayor corriente. A medida que aumenta la corriente, empezamos a necesitar cables de mayor sección. Por ejemplo, para cinco metros de cinta LED de 12 V de 14,4 W/m, tendremos una corriente de 6 amperios. Eso, a su vez, significa que necesitamos un cable de 4 mm² entre el controlador y la cinta LED, para una caída de tensión del 5 %. Por lo tanto, la distancia máxima posible entre el controlador y la tira LED no podrá superar los 9 m. Por supuesto, el problema se reduce a la mitad si pasamos a luces de 24 V, pero siempre debemos calcular el peor escenario.
Controladores KNX
Hay que dedicar tiempo a pensar el aspecto técnico cuando vayamos a reubicar los controladores. Otro tema que merece la pena discutir es el uso de controladores y actuadores KNX que sustituyan a los que normalmente se distribuyen con las luces. Cada vez es más habitual encontrárnoslos en el mercado y ofrecen una gran solución de control, así como una forma económica de control de nuestra iluminación.
Si no utiliza luces de 230 V, va a necesitar algún tipo de controlador de iluminación o transformador, así que ¿por qué no comprar un controlador que soporte KNX y matar dos pájaros de un tiro? El precio de un buen controlador LED se encuentra entre las 45 y 90 £. La gran mayoría de controladores KNX los puede encontrar por 80 y 120 £. El uso de un controlador que soporte KNX supone un ahorro de costes de unos 100 € por circuito, ya que no es necesario instalar un actuador en la cabecera.
Conclusión
El LED sigue creciendo y es realmente la única opción disponible para la gran mayoría de instalaciones. Con esto llega una nueva forma de pensar acerca de los controladores, las ubicaciones, el cableado y los costes. Todo ello sumado a los conocimientos especializados que todos podemos ofrecer, lo que nos convierte en un parte imprescindible del equipo de diseño e instalación. KNX sigue ofreciendo soluciones rentables que, si se utilizan correctamente, mejorarán la eficiencia energética de nuestros clientes y nos ofrecerán la ayuda necesaria para hacer crecer nuestros negocios.
Simon Buddle CEng MIET, es consultor de Future Ready Homes, especialista en diseño de sistemas de servicios BMS y ELV.
