En la primera parte de esta serie de tres artículos dirigida a profesionales KNX sin formación en alta fidelidad, Simon Buddle analiza el audio distribuido.
Hay personas que tienen muy claro qué es lo que quieren hacer en su vida. Yo he ido de un lado a otro por la mía. Con 14 años, en lo único que pensaba los sábados por la mañana era estar en la tienda de discos a las 09:00, antes de que abriera, con el objetivo de gastarme el dinero que había ganado trabajando como repartidor de periódicos en discos nuevos. Sin saberlo, mi trayectoria profesional estaba definida, y así empecé.
En algún momento del año 1985, la vida me llevó a Salisbury, y allí fue donde conocí Naim Audio por primera vez. Estar sentado en su enorme sala de demos escuchando discos en un Linn LP12 con amplificadores Naim 135 y altavoces Linn Isobarik, fue una experiencia que me cambió la vida. La calidad del sonido era espectacular; conseguía hacer que el sonido del equipo que tenía en casa fuera como escuchar música con un edredón envolviéndome la cabeza.
En el verano de 1987, mientras trabajaba como mensajero en bicicleta en Londres, estaba haciendo algunos repartos cerca de Kings Cross. Para volver en bici a la City de Londres, lo normal es que te fueras por Pentonville Road, y allí, en aquella época, te habrías encontrado con la tienda Grahams Hi-Fi. Me pare a ver el escaparate, y ahí estaba, mirándome fijamente este cartel clásico de Naim Audio. En ese momento tuve una revelación, y dos semanas después estaba trabajando en Grahams Hi-Fi como técnico de reparaciones. El resto es…
Así pues, el sonido siempre ha estado muy arraigado en mi mundo; incluso hoy en día, solemos ayudar a los clientes con la música en casa. Pero, ¿y si llegaste a la tecnología KNX por una vía diferente, sin que el audio fuera la primera opción?
Fundamentos de la música
Para todos los diseñadores e instaladores KNX, nuestra empresa debe tener una gama completa de conocimientos sobre servicios de baja tensión, sistemas y capacidad de instalación. La música y la TV son dos elementos que están unidos entre sí. Por suerte, los sistemas de música y TV son mucho menos complicados que antes. La era digital ha traído grandes avances en términos de calidad, fiabilidad y sencillez.
Entonces, ¿qué es lo que nos hace falta saber en cuanto a los fundamentos? Creo que, a grandes rasgos, podemos dividir esto en tres elementos:
• Audio distribuido.
• Equipo Hi-Fi independiente.
• Barras de sonido/TV/cine.
Audio distribuido
El audio distribuido es el sistema menos exigente técnicamente. Desde el punto de vista de diseño, la instalación consiste básicamente en dos altavoces estéreo en la habitación, normalmente en el techo, y luego se conecta un cable de 2 hilos por altavoz hasta una ubicación central. En esa ubicación solo tendremos que preocuparnos de dos elementos importantes: el espacio y la ventilación. Heos, Bluesound y Sonos fabrican equipos muy buenos que ofrecen la posibilidad de transmitir música desde teléfonos o servidores, pero todos necesitan espacio y ventilación, ya que los amplificadores tienden a emitir bastante calor cuando están funcionando.
Para los altavoces empotrados en el techo, de nuevo, sólo debemos preocuparnos de dos cosas: su calidad y su grado de resistencia al fuego. Hablemos de esto último. Si pensamos en cada habitación o sala de un edificio como un compartimento cerrado. Cada uno de esos compartimentos debe tener grado de resistencia al fuego de 30 minutos para impedir o ralentizar la propagación interna del fuego. Desde el momento que instalamos un altavoz en el techo, hemos taladrado esa barrera cortafuegos de 30 minutos (los paneles de yeso suelen tener una clasificación de resistencia al fuego de 30 minutos). Eso significa que tendremos que pedir a los instaladores que acondicionen la abertura del altavoz, o que instalen una cubierta ignífuga que conserve la clasificación de resistencia al fuego dentro del compartimento.
Y, como todas las cosas, la calidad tiene un precio. Como regla general, cuanto mejor sea el altavoz, mayor será su precio. De hecho, es probable que los altavoces empotrados en el techo que cuenten con caja trasera sean de mayor calidad, ya que el rendimiento del altavoz puede medirse durante el diseño, a diferencia de los que no tienen caja trasera, en los que los diseñadores no tienen control sobre lo que ocurre en la parte posterior del cono del altavoz. Así que, si buscas altavoces de alta calidad para empotrar en el techo (o en la pared), fíjate en los diseños que tienen una caja trasera para encastrar; puede que incluso te resuelva el problema de la normativa contra incendios. Si quieres obtener más información sobre diseño de altavoces, haz clic aquí.
Dispositivos de Wi-Fi y de streaming
Si nuestro objetivo es montar una instalación de sonido que funcione a la perfección, tendremos que usar dispositivos de Wi-Fi y de streaming. Cualquier persona conectada a la Wi-Fi debería poder transmitir música desde su(s) dispositivo(s) a los altavoces. De hecho, casi todos los sistemas de streaming pueden unir varias habitaciones o salas en modo fiesta.
Control KNX
Con tanta información como tenemos hoy en día a nuestro alcance, sigue mereciendo la pena pensar en cómo integramos el sistema KNX con el de sonido. Existen muchos dispositivos, como las pantallas táctiles Basalte Ellie o Lena, que hacen muy sencilla la conexión a servidores de música para crear y editar listas de reproducción. A un nivel más práctico, suele ser útil proporcionar funciones sencillas, como Reproducir/Parar/Pausar y controles de volumen mediante teclados en la pared, de modo que las personas que se encuentren en la habitación o la sala pueden tener el control. ISE y BAB Technologie proporcionan interfaces para Sonos, Heos y Bluesound. Transmitir comandos básicos entre los sistemas se convierte en algo muy sencillo de hacer.
Conclusión
Con unos mínimos conocimientos de diseño y una toma de decisiones práctica de los elementos que componen el sistema de sonido, podemos tener música en toda la casa. Estoy segura de que para la mayoría, esto es un parte relativamente sencilla de cualquier instalación, pero habrá otras personas que solo conocen KNX sin los sistemas de audio. Hablaremos de otros tipos de sistema en los próximos artículos, pero por ahora, dejo esta reflexión:
¿Qué quería decir Shakespeare con «si la música es el alimento del amor, sigue tocando»?
Existía la creencia de que la música era una fuerza tangible que tenía el poder de magnificar y realzar nuestras emociones: era «alimento para el alma».
¿Quién se va a negar a llevar esa alegría al hogar todos?
Simon Buddle CEng MIET, es consultora de Future Ready Homes, especialista en diseño de sistemas de servicios BMS y ELV.