Simon Buddle nos cuenta que, aunque las instalaciones KNX son robustas de por sí, cuando incorporamos Internet a nuestra infraestructura del sistema de control, al menos deberíamos mitigar las interrupciones y problemas de acceso.
La semana pasada escuché en la radio a alguien describir que Google formaba parte de la infraestructura de la vida moderna. De hecho, Internet es parte de esta infraestructura; es el equivalente digital a las carreteras, las autopistas y los vuelos internacionales, que te permite estar en cualquier parte del mundo casi al instante.
Es correcto decir que el 99% del tiempo no sabemos dónde se encuentra o de dónde procede la información digital que estamos buscando o viendo en ese momento. Hay enormes granjas de servidores distribuidas por todo el mundo, que son capaces de almacenar cantidades ingentes de datos a los que podemos acceder las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Bueno, hasta el momento en el que sufrimos un corte en el suministro de Internet. Aunque esto es cada vez menos probable, no es imposible. Y, por supuesto, existen soluciones simples por si esto ocurre. Una conexión de banda ancha de reserva con una línea de conmutación por error o «failover», ya sea por cable o por 4G/5G, es una herramienta eficaz para combatir los cortes. Como alternativa, el sistema Starlink basado en satélites de órbita baja ofrece igualmente una solución viable.
La interfaz de usuario
Al igual que muchos instaladores creen que todas las funcionalidades del sistema deberían existir en el bus KNX, proporcionando al cliente un sistema robusto que depende únicamente del cableado del bus, actuadores y teclados, la misma lógica podría aplicarse a las interfaces de usuario o aplicaciones. La mayoría de los clientes, si no todos, dispondrán de una interfaz de usuario de algún tipo, es decir, un dispositivo que reúna todas las facetas del sistema en un único dispositivo unificado. Lo más probable es que este dispositivo incluya controles adicionales como temporizadores, opciones de ahorro de ambientes y/o simulación de ocupación.
Aunque hoy en día podríamos considerar la aplicación como una parte integral de un sistema KNX, lo habitual es que requiera algo más que el bus KNX para poder funcionar. Como mínimo, necesitaremos una red de datos, a menudo con PoE (Power over Ethernet), como la capa de enlace físico si es una pantalla estática que se ha instalado como parte de la estructura del edificio.
Los teléfonos inteligentes y las tabletas necesitarán Wi-Fi o Internet. Aunque se trata de un aspecto que consideramos parte de la infraestructura, es un dominio digital que escapa en gran medida a nuestro control. Los jóvenes de hoy en día conciben su vida como la de una existencia digital y una existencia en el mundo real. Se ha debatido mucho sobre el tiempo que pasan frente a la pantalla para los niños y el impacto negativo que puede tener; no es algo que valoremos en este artículo, simplemente es una prueba más de la dependencia que tenemos de Internet. Tenemos control sobre la conexión Wi-Fi de la casa, pero no de Internet.
¿Debemos confiar en el acceso a Internet como parte de un sistema de control?
La respuesta claramente es «no». Controlamos varios sistemas a través de una plataforma integrada y, aunque Internet es omnipresente, no se debe depender de él. Y, de la misma manera, la mayoría de las personas se enfadan cuando no funciona. Piensa en los usuarios de juegos. Desde un punto de vista de diseño de un sistema, esto plantea algunas cuestiones importantes. No es nada que esté bien o mal en este caso, simplemente es una de las implicaciones y la concienciación en nombre de nuestros clientes.
Acceso a la aplicación de control
Empezando por la ubicación física de la aplicación, ¿dónde se guardan los ceros y los unos? Si se almacenan en la nube, necesitamos que Internet funcione en perfecto estado. Eso es de ayuda cuando el cliente se va a mudar, pero puede plantear problemas durante la puesta en marcha. Así que quizá lo mejor sería montarlo todo en el taller. Si la aplicación está instalada en un dispositivo de la casa, entonces estaremos listos para hacer la puesta en marcha en el momento que la red de datos y la red Wi-Fi estén en funcionamiento. Por lo general, esto formará parte de nuestras competencias desde el punto de vista de la instalación y la puesta en marcha, aunque no siempre es así. Si no es así, debemos dejar pasar algún tiempo para analizar y acordar cuáles son nuestros requisitos con la empresa de informática y de datos. Quizá sea mejor tener una VLAN independiente en nuestra instalación.
Si la aplicación se encuentra en el interior de la vivienda, hay que tener en cuenta cómo se conecta a ella el usuario final desde el exterior. El acceso remoto seguro es ahora una característica habitual de muchos fabricantes, pero aún así debe configurarse y probarse. Evidentemente, requiere un router y una conexión a Internet. Muchos clientes eligen Apple HomeKit, Google Home o Alexa como la interfaz de usuario elegida. Para ello necesitarás una pasarela KNX como la pasarela 1Home Bridge, KNX Atios Bridge o similar.
Conclusión
Aunque hoy en día es fácil que no sepamos exactamente dónde se encuentran los programas y las aplicaciones, es nuestro deber saberlo y ser capaces de transmitirlo a nuestros clientes. No es ni bueno ni malo, simplemente son matices que pueden llevar a un cliente en una dirección o en otra. Nuestra habilidad consiste en analizar, informar e instalar en consecuencia. Corresponde al cliente decidir cuál de las opciones es la que más le conviene. El mundo KNX ofrece tal cantidad de opciones que siempre podemos ofrecer una solución. No hay ningún producto en el mercado que sea similar.
Simon Buddle CEng MIET, es consultor de Future Ready Homes, especialista en diseño de sistemas de servicios BMS y ELV.
